Overblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
28 janvier 2009 3 28 /01 /janvier /2009 10:24
Partager cet article
Repost0
27 novembre 2008 4 27 /11 /novembre /2008 13:46
27-11-2008

La derrota electoral sufrida por la revolución bolivariana en el Estado Zulia, en la ciudad de Maracaibo, en el estado Miranda y en la alcaldía mayor del Distrito Capital, para mencionar los principales centros de triunfo de la oposición, debe ser analizada considerando los siguientes elementos (aunque puedan quedar otros aspectos no considerados aquí, ya que el cúmulo de factores intervinientes es bastante complejo).

1) La ausencia de una clara política gubernamental hacia la construcción de un movimiento obrero clasista y revolucionario. Esta es la primera revolución socialista del mundo sin movimiento obrero. No existe la mínima reflexión de parte de los dirigentes del proceso, acerca de la importancia de tener un movimiento obrero organizado y fortalecido que respalde y le sirva de sustento al proceso revolucionario. En diez años de revolución se han tomado decisiones muy negativas (como, por ejemplo, el período en que J.R. Rivero estuvo al frente del ministerio del trabajo), las cuales han repercutido desastrosamente en el movimiento de trabajadores en todo el país. No existe una clara definición acerca de los mecanismos de participación de los trabajadores de las empresas del estado en la conducción democrática de dichas industrias (PDVSA, Pequivén, electricidad, carbón, sidor, CANTV, etc); en cambio, siguen predominando visiones abiertamente tecnocrátas y neoliberales sobre la conducción interna de dichas empresas, y las tendencias clasistas y revolucionarias siguen siendo objeto de persecución y arrinconamiento dentro de ellas. En las grandes ciudades y en los estados de mayor población existe una considerable clase obrera industrial, y trabajadores asalariados en general, hacia los cuales el gobierno bolivariano no presenta una clara política de inclusión dentro del proyecto revolucionario. Más bien han prevalecido dentro del gobierno tendencias antiobreras y antisindicales, y esta realidad puede estar incidiendo en la conducta electoral de importantes sectores de trabajadores.

2) La ausencia de una política gubernamental hacia las universidades autónomas, las cuales han sido dejadas en manos de la derecha, con recursos del gobierno nacional. Mientras las misiones educativas le llegan a los sectores más desposeídos de la población, la clase media urbana, estrechamente vinculada al sector universitario, permanece totalmente fuera de la estrategia política del gobierno revolucionario. El gran impacto sociocultural que tienen las universidades autónomas en sus respectivas regiones ha sido subestimado por el gobierno bolivariano, y hasta ahora se siguen otorgando presupuestos multimillonarios a estas instituciones, sin establecer ningún tipo de controles ni de políticas alternativas dentro de las mismas.

3) La forma en que se ha construido el PSUV, repitiendo los mismos vicios clientelares de la vieja partidocracia adeco-copeyana. Es en las grandes ciudades en donde se desarrolló desde la década de 1980 una contundente crítica hacia los partidos y su papel como confiscadores de la soberanía popular. Estos pobladores de las comunidades populares de las grandes ciudades venezolanas ven con ojos críticos que dentro de la vanguardia del proceso revolucionario se estén reproduciendo los mismos vicios que justificaron el levantamiento popular de febrero de 1989 y todo el proceso político posterior que condujo al triunfo de Chávez en 1998.

4) En el caso del Zulia, la derrota sufrida pone en entredicho la gestión que por 8 años desarrollara Di Martino en la alcaldía de Maracaibo, así como la política social adelantada desde poderosas instituciones como Corpozulia y PDVSA. Son entes gubernamentales que manejaron toneladas de millones y que sin embargo su efecto sociopolítico (en términos electorales) significó la erosión del caudal de votos a favor de la revolución. Toda la prepotencia que observamos durante años de parte de estos autocalificados “próceres” de la revolución, no se compagina con los muy pobres resultados obtenidos.

5) El chavismo intenta parecerse a la oposición burguesa, se ha esforzado en caerle simpático a los representantes del capital criollo y extranjero (por ejemplo, los casos patéticos de Di Martino y Diosdado), y el pueblo ha votado en consecuencia, prefiriendo a los tradicionales dirigentes de la burguesía criolla, en vez de votar por estos malos remedos de la politiquería cuartarrepublicana.

6) No haber corregido prácticamente ninguno de los elementos caracterizados hace un año como los causantes de la derrota electoral sufrida el pasado 2 de diciembre. Las 3R terminó siendo una consigna vacía, ninguna institución aplicó correcciones en el marco de una reflexión, revisión y rectificación que nunca fue ejecutada realmente.

En cualquier caso, los resultados electorales marcan una tendencia hacia el deterioro del apoyo popular hacia el chavismo en las principales ciudades del país. Si esta tendencia no se revierte, futuras elecciones en el 2010 y 2012 podrán asestar verdaderas y contundentes derrotas a este proceso revolucionario. Es cuestión de ponerle atención a este fenómeno, pues pudieran estarse creando las bases para que el capitalismo mundial derroque a la revolución bolivariana por medios electorales, sin necesidad de recurrir a golpes de estado o intervenciones extranjeras.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76617

Partager cet article
Repost0
26 novembre 2008 3 26 /11 /novembre /2008 15:47

Basem Tajeldine

26/11/2008

Esta nueva victoria de la revolución moraliza, sin lugar dudas, a las fuerzas de izquierda de Venezuela y del mundo pero también nos permite aclarar, por fin y de manera básica, nuestra posición en pro de profundizar la Revolución Bolivariana y a la vez refutar a quienes apoyándose en erradas y mal intencionadas interpretaciones por la ocasión de la no aprobación de la reforma constitucional, referéndum realizado el pasado 2 de diciembre de 2007, pedían detenerla.

 

No se equivocaban quienes afirmaron que las recientes pasadas elecciones del 23 de Noviembre en Venezuela eran una de las más importantes y decisivas para el futuro de la Revolución Bolivariana. Más aun conociendo su significado y sus repercusiones que en el ámbito nacional e internacional ellas darían lugar.

 

Esta nueva victoria de la revolución moraliza, sin lugar dudas, a las fuerzas de izquierda de Venezuela y del mundo pero también nos permite aclarar, por fin y de manera básica, nuestra posición en pro de profundizar la Revolución Bolivariana y a la vez refutar a quienes apoyándose en erradas y mal intencionadas interpretaciones por la ocasión de la no aprobación de la reforma constitucional, referéndum realizado el pasado 2 de diciembre de 2007, pedían detenerla.

 

Se demuestra que su pérdida se debió a nuestra ineficacia informativa que permitió imponerse la campaña del miedo de la burguesía. Hoy más del 60% de la población exige más revolución.

El nivel de consciencia alcanzado por el pueblo venezolano es satisfactorio, quienes demostraron por encima de la inmensa campaña de desprestigio y de los inmensos recursos propagandísticos empleados por la canalla mal llamada "oposición venezolana" -verdaderos agentes del imperialismo norteamericano- ser conscientes de su papel histórico y del futuro compartido con otros pueblos que tienen sus esperanzas sembradas en nuestra revolución. Sin duda, el pueblo exige más revolución y su voto lo podemos interpretarlo en el siguiente esfuerzo sintético: 1.- El pueblo respaldó al Presidente Chávez y al proyecto revolucionario y no a los candidatos del PSUV a los diferentes puestos del Estado. El pueblo votó con mucha consciencia por Chávez y la revolución. 2.- El pueblo castigó a quienes la burocracia y sus intereses personales lo hicieron apartarse de él, pero también a quienes no cumplieron con sus expectativas (hacemos la salvedad del compañero y profesor Aristóbulo Istúriz, para quien merece otra lectura). Hoy más que ante nuestro pueblo entiende que una revolución es solo obra de revolucionarios y que solo unidos y marchando al compás de ellos (vanguardia-pueblo) logran hacer marchar las ruedas de la historia. 3.- El pueblo entiende que las estructuras del viejo Estado "representativo burgués", y que siguen vigentes, están caducas, y que nunca un Gobernador o un Alcalde podrían resolver sus inmensas necesidades. Ellos comprenden que deben ser transformadas. La mayoría del pueblo votó por los candidatos del PSUV para ocupar esas viejas estructura del Estado pero con la firme esperanza de que la revolución las transforme. Nuestra nueva victoria nos replantea también la formula de las 3R planteadas por el Comandante Chávez (Revisión, Rectificación y Reimpulso) ahora elevándola al exponencial de (+R) más Revolución.

Un buen camarada y amigo nuestro nos comentaba en alusión a los resultados electorales que "la oposición, en realidad, había ganado 3 estados, sí, el estado de la depresión; el estado de la decepción; y, el estado de la locura."
Nunca falta el buen ánimo del caribeño.

 

http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/487/3-lecturas-para-el-debate/

Partager cet article
Repost0
26 novembre 2008 3 26 /11 /novembre /2008 10:09
26-11-2008


Traducido por Manuel Talens


El pro chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSPV) ha conquistado el 72% de los cargos de gobernador que estaban en juego en las elecciones del 23 de noviembre y ha obtenido el 58 % del voto popular, contradiciendo así a la mayoría de los encuestadores pro capitalistas y a la casi totalidad de los medios, que habían dado como favorita a la oposición.

Los candidatos del PSUV han derrotado a los gobernadores salientes de la oposición en tres estados (Guaro, Sucre y Aragua) y han perdido dos (Miranda y Tachira). La oposición conserva el poder en un centro turístico (Nueva Esparta) y ha ganado en Tachira, un estado fronterizo con Colombia, Carabobo y el estado petrolífero de Zulia, además de lograr inesperadas victorias en el populoso Miranda y en la alcaldía de Caracas. La victoria socialista tiene un especial significado, porque el porcentaje total de votos alcanzado –el 65 % del censo– representa la mayor participación ciudadana de todas las elecciones no presidenciales anteriores. Las predicciones propagandísticas de los encuestadores, según las cuales un elevado número de votantes favorecería a la oposición, no eran más que ilusiones sin fundamento.

La importancia de la victoria socialista es evidente si se sitúa en un contexto histórico comparativo:

1. Pocos partidos de Europa, América del Norte o del Sur –si es que hay alguno– han conservado un grado tan alto de apoyo popular en elecciones libres y abiertas.

2. El apoyo masivo al PSUV ha tenido lugar en un momento de medidas económicas radicales, incluida la nacionalización de importantes monopolios capitalistas privados del cemento, el acero, las finanzas y otros.

3. Los socialistas han ganado a pesar de la caída del 70% en el precio del petróleo, la fuente principal de ingresos del país (desde 140 a 52 dólares el barril), y si lo han hecho es porque el gobierno ha mantenido la mayoría de las subvenciones de sus programas sociales.

4. El electorado ha sido más selectivo a la hora de votar a los candidatos chavistas –ha recompensado a los que administraron adecuadamente los servicios gubernamentales y ha castigado a los que ignoraron o no respondieron a las exigencias populares. Incluso si el presidente Chávez hizo campaña a favor de todos los candidatos, los votantes no han seguido sus consignas allá donde existía resentimiento contra los chavistas salientes, tal como ha sucedido en Miranda con el gobernador Diosdado Cabello y con el alcalde de la capital del Distrito de Caracas. Las victorias socialistas se han debido a un deliberado voto de clase y no simplemente a un reflejo de identificación con el presidente Chávez.

5. La decisiva victoria del PSUV proporciona las bases necesarias para hacer frente con medidas socialistas al profundo colapso del capitalismo mundial, sin tener que sangrar los fondos del Estado para rescatar de la bancarrota a bancos y empresas capitalistas. La debacle del capitalismo facilitará la socialización de la mayoría de los sectores económicos clave. Gran parte de las compañías venezolanas están enormemente endeudadas con el Estado y con los bancos locales. El gobierno de Chávez puede ahora exigirles que reembolsen sus deudas o entreguen las llaves, lo cual constituiría una transición indolora y eminentemente legal al socialismo.

Los resultados de las elecciones señalan la profunda polarización existente entre la derecha dura y la izquierda socialista. Los gobernadores ex chavistas socialdemócratas de centro han sido prácticamente borrados del mapa político. El derechista vencedor en el estado de Miranda, Henrique Capriles Radonsky, intentó quemar la embajada de Cuba durante el fracasado golpe militar de abril del 2002 y el gobernador electo de Zulia, Pablo Pérez, ha sido un candidato elegido a dedo por el ultraderechista gobernador Rosales.

Incluso si los gobernadores estatales y los alcaldes municipales de la oposición pueden servir de plataforma para atacar al gobierno nacional, la crisis económica limitará en gran medida la cantidad de recursos disponibles para mantener los servicios y aumentará su dependencia del gobierno federal. Un ataque frontal contra los gastos estatales y locales del gobierno de Chávez en una guerra partidista podría conducir a la disminución de las subvenciones federales y provocaría el descontento de las bases. La derecha ha avanzado debido a sus promesas de mejorar los servicios nacionales y locales y de terminar con la corrupción y el favoritismo. Si utilizase nuevamente su anterior política de compadreo y un obstruccionismo extremo perdería apoyo popular y con ello limitaría sus esperanzas de transformar estos avances locales en poder nacional. Los recién elegidos gobernadores y alcaldes de la oposición necesitan la cooperación y el apoyo del gobierno federal, sobre todo en el entorno de la profunda crisis que estamos atravesando, so pena de perder apoyo popular y credibilidad.

Conclusión

No cabe esperar que los medios de comunicación reconozcan la victoria socialista. Su esfuerzo por magnificar el significado de ese 40% del voto electoral que se ha decantado por la oposición y su victoria en el 20% de los estados era predecible. Sin duda los socialistas evaluarán críticamente los resultados durante el período pos-electoral y es de esperar que se planteen cómo seleccionar a los futuros candidatos, haciendo hincapié en su actuación en asuntos locales por encima de su lealtad al presidente Chávez y al "socialismo". La tarea más inmediata y urgente a la que se enfrentan el PSUV, el presidente Chávez, los legisladores y los nuevos funcionarios elegidos consiste en poner en marcha un plan estratégico socioeconómico de conjunto para capear el colapso global del capitalismo, empresa difícil de llevar a cabo ante la abrupta caída del precio del petróleo y de los ingresos federales y el inevitable declive del gasto gubernamental. Chávez ha prometido mantener todos los programas sociales, incluso si los precios del petróleo se mantienen en torno a los 50 dólares el barril. Se trata claramente de una posición positiva y defendible si el gobierno reduce los elevados subsidios al sector privado y no se embarca en salvar compañías privadas de la bancarrota. A pesar de que las reservas estatales de 40 mil millones de dólares pueden servir temporalmente para amortiguar el golpe, lo cierto es que el gobierno, con el apoyo de sus mayorías en el ámbito federal y estatal, necesita tomar decisiones difíciles y no simplemente imprimir dinero, lo cual haría que se disparase el déficit, se devaluase la moneda y aumentasen las ya elevadas tasas de inflación anual (el 31% en el mes de noviembre).

La única estrategia razonable consiste en tomar el control del comercio exterior y supervisar directamente a las cúpulas dirigentes de los sectores productivo y distributivo, así como establecer prioridades para preservar el nivel de vida de las masas. Con el fin de contrarrestar la ineptitud burocrática y neutralizar a los funcionarios holgazanes, el poder real y el control deben ser transferidos a los trabajadores organizados y a consejos autónomos de consumidores y de barrio. El pasado reciente revela que el mero hecho de elegir alcaldes o gobernadores socialistas no basta para asegurar la puesta en marcha de políticas progresistas y la gestión de los servicios básicos. Un gobierno representativo liberal (incluso con socialistas elegidos) requiere un mínimo de control y de presión populares para tomar decisiones difíciles y establecer prioridades en medio de una crisis económica prolongada y cada vez mayor.


Título original: Victory for Venezuela’s Socialists in Crucial Elections – November 2008

El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.

El escritor y traductor Manuel Talens es miembro de los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

Partager cet article
Repost0